Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.
ĦSe te va todo, se nos va todo!
Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos, que se devanaban,
en lanzaderas, delante tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.
Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.
Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
Ħy en tu pasión que retumba en la noche,
como demencia de mares solos!
ĦSe nos va todo, se nos va todo!
Entrado este mes de agosto me planteaba hacer algo especial y dado que la mayor parte de colaboradores de este rincón de palabras son mujeres, porque no dedicar este mes a dejar retazos de palabras escritas por mujeres. Empiezo con Gabriela Mistral, una de mis primeras poetisas. Esta mujer, Chilena, consiguió el premio nobel de literatura no solo por la maravillosa obra sino por su lucha por los derechos de la mujer y la justicia social.
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