La flor

¿Qué si durmieras?
¿Y qué si, dormido, soñaras?
¿Y qué si, en tu sueño, fueras al Cielo
y ahi recogieras una rara y bella flor?
¿Y qué si, cuando despertaras, tuvieras la flor en tu mano?
Ah, ¿entonces qué?

Dame un Ungüento de Carne, Loba

La prisa despareja con que miro tu piel
la premura apretada con que altero tu cuerpo
y este desasosiego en que empapo mi lengua
para hablarle a tu carne y lamer a tu voz
son como ávidas gotas de estaño compasivo
que busca aminorar las grietas de la muerte

La planta de la edad nos chupa nuestros días
abriéndose como una flor negra, abominable
y en este esplendor de hoy se oculta la simiente
de una desposesión calcinada y perversa
como la del desierto. En el calcio del tacto
hay una lenta caries que nos invade desde
el fin aterrador del tiempo y de la vida

Presuroso y perdido unto en mí tu persona
y soy un bulto de hombre y de loco y de perro
que corre por tu cuerpo y a la vez por un túnel
despavoridamente lamiendo en las tinieblas

Desnudate

Desnudate
repitamos el Totem sagrado
de este amor
que un dia se torno impio.
Desnudate
Separa tus muslos
y muestra la flor
que condena mi descanso.

Desnudate
con lascivia
provocando esta ereccion
perenne ante tu cuerpo

Desnudate
se puta ante mi
postrate mostrando tu piel,
adulta, desvergonzada.

Desnudate
y hazme recordar lo que es el placer

y llego el dia

Y llego el día, y la luz se hizo fuerte
supero a las tinieblas
y se hizo fuerte.
Tu corazon viaja de adelante
hacia atrás en un mareante
circulo vicioso de nada.
Y esta mañana salio el sol.

Respiro el aire frío de la mañana
tomo el control de mi mirada
y la dirijo hacia el azul cielo.
ninguna macula
ninguna esperanza.
Fe


21-12-2005

Excusa

Amarte es una excusa.

La excusa para cada noche perderme

en las enaguas del recuerdo de tu piel

la excusa para caer en la grieta
 
que me acerque al dulce final.
 
Amarte es mi excusa .

XII PREMIO "GLORIA FUERTES" DE POESÍA JOVEN

LA FUNDACIÓN GLORIA FUERTES CONVOCA EL

XII PREMIO "GLORIA FUERTES" DE POESÍA JOVEN


BASES

Extensión de los originales: 500-700 versos
Idioma: Castellano
Restricciones: Para poetas y poetisas de edades comprendidas entre 16 y 25 años. Un sólo libro por concursante. Originales inéditos, no premiados anteriormente.
Autoría: Enviar firmado, incluyendo fotocopia del DNI y nota biográfica.
Número ejemplares a enviar: UNO
Fecha tope del envío: 31 de Diciembre de 2010
Premio: 1.000 euros y edición del libro en la Colección "Gloria Fuertes" de Ediciones Torremozas.
Envío: Se hará por correo certificado, indicando "Para el Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven" a:
Fundación Gloria Fuertes. Apartado 19.186.   28080 Madrid. España.
No se devuelven los originales.

BASES COMPLETAS

1ª.-Podrán concurrir al mismo poetas y poetisas de cualquier nacionalidad, de edades comprendidas entre los 16 y los 25 años, con libros escritos en lengua castellana no premiados en ningún otro concurso.
2ª.-Los originales, con libertad de tema y forma, y con la advertencia de que no es un premio de poesía para niños, deberán ser inéditos en su totalidad y tener una extensión no inferior a 500 versos ni superior a 700.
3ª.-Se presentará UN ejemplar, en folios mecanografiados a doble espacio por una sola cara,  debidamente numerados y encuadernados.
4º.-Los libros presentados deberán ir firmados por sus autores, con indicación de su domicilio y teléfono, y acompañados de una breve nota biográfica y de una fotocopia del Documento Nacional de Identidad, como acreditación de la edad exigida en la base primera.
5º.-El envío, por correo certificado, se hará a Fundación Gloria Fuertes, Apartado 19186, 28080 Madrid. España, indicando en el sobre “Para el Premio Gloria Fuertes de Poesía”. El plazo de admisión quedará cerrado el 31 de Diciembre de 2010.
6ª.-La dotación del Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven es de 1000 euros en metálico, cantidad sujeta a las vigentes retenciones fiscales. El libro premiado será publicado en la Colección “Gloria Fuertes” de Ediciones Torremozas, que se reserva los derechos de la primera edición. En caso de posteriores ediciones, éstas serán objeto de contrato entre la Editorial y su autor.
7ª.-El Jurado estará compuesto por especialistas en poesía cuyo nombre se dará a conocer en el momento de hacerse público el fallo, que será inapelable.
8ª.-La Fundación Gloria Fuertes no mantendrá correspondencia sobre este concurso ni devolverá los originales no premiados, que serán destruidos tan pronto se haya producido el fallo.
9ª.-La presentación al Premio Gloria Fuertes de Poesía Joven implica la total aceptación de sus bases, cuya interpretación, incluso la facultad de declararlo desierto, queda a libre juicio del Jurado.


Pueden también consultarlas en www.gloriafuertes.org  

Confianza

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.


Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mar con olas trajineras
—mientras haya—
trajinantes de alegrías,
llevándolas y trayéndolas.

Lino para la hilandera,
árboles que se aventuren,
—mientras haya—
y viento para la vela.

Jazmín, clavel, azucena,
donde están, y donde no
en los nombres que los mientan.

Mientras haya
sombras que la sombra niegan,
pruebas de luz, de que es luz
todo el mundo, menos ellas.

Agua como se la quiera
—mientras haya—
voluble por el arroyo,
fidelísima en la alberca.

Tanta fronda en la sauceda,
tanto pájaro en las ramas
—mientras haya—
tanto canto en la oropéndola.

Un mediodía que acepta
serenamente su sino
que la tarde le revela.

Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.

Colores que a sus ausencias
—mientras haya—
siguiendo a la luz se marchan
y siguiéndola regresan.

Diosas que pasan ligeras
pero se dejan un alma
—mientras haya—
señalada con sus huellas.

Memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.

Soneto V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero

Garcilaso de la Vega

Nana

Duermete niña, duermete ya
que viene el ogro y te comera.

Duerme pequeña, duerme en paz
que esta noche pronto acabara.

Duermete niña ten dulces sueños
que un angelito te mira risueño

Duermete niña se muy feliz
que el ogro malo se fue a dormir

Duermete niña ya sin cuidado
porque afuera todo se ha helado

Duerme mi niña, duermete ya
que un dulce beso te voy a dar


Noviembre 2005

A veces en octubre es lo que pasa

Cuando nada sucede,  
y el verano se ha ido,  
y las hojas comienzan a caer de los árboles,  
y el frío oxida el borde de los ríos  
y hace más lento el curso de las aguas;  

cuando el cielo parece un mar violento,  
y los pájaros cambian de paisaje,  
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,  
como susurros que dispersa el viento;  

entonces,  
ya se sabe,  
es lo que pasa:  

esas hojas, los pájaros, las nubes,  
las palabras dispersas y los ríos,  
nos llenan de inquietud súbitamente  
y de desesperanza.  

No busquéis el motivo en vuestros corazones.  
Tan sólo es lo que dije:  
lo que pasa. 

No es cordura ni locura

Descubres un nuevo mundo
Te sacuden los recuerdos
Te aterran los sentimientos
Un huracán, un temblor, miedo

La locura no es tal, la cordura
Esta a la vuelta de la esquina
Pero


No es cordura ni locura, es vida
No es más que vorágine de amor
Sentimientos reencontrados
Verdades reveladas detrás
De palabras, palabras nada mas
en otro momento Llenas y hoy vanas.

No es cordura ni locura
Solamente un huracán de sensaciones
Solamente un mundo que nos golpea
No es cordura ni locura es caminar
Por la vida sin más opción que seguir
Haciendo camino al andar

No es cordura ni locura es vida en ti
Es el mundo que te rodea y protege
Es la melodía acompasada, acariciada
De un piano a media tarde
Que te trae el recuerdo de caricias
Que hoy vuelves a sentir en ti.

No, no es cordura ni locura
Es el descubrimiento de otro mundo
Es la madurez de una mujer
Es el sueño del amor eterno
Es un adiós, es un hasta siempre
Es un hola y un te espero.

No es cordura ni locura
Solo eres tú.

Tu ausencia

Siento tu ausencia
cuando despierto y recibo
a un nuevo maldito amanecer.

Busco entre mis sabanas
el recuerdo de tu olor
que impregna mis sentidos

Busco en mi mirada
la luz , la alegría de los tuyos
la luz que aun ilumina los sueños

Siento tu ausencia
que desgarra cada instante
aunque ya no sienta dolor,
solo vacío

Noviembre de 2006,

Palabra de Angel Gonzalez

En medio
de la cruel retirada de las cosas
precipitándose en desorden hacia
la nada y la ceniza,
mi corazón naufraga en la zozobra
del destino del mundo que lo cerca.
¿Adónde va ese viento y esa luz,
el grito
de la roja amapola inesperada,
el canto de las grises
gaviotas de los puertos?

¿Y qué ejército es ese que me lleva
envuelto en su derrota y en su huida
-fatigado rehén, yo, prisionero
sin número y sin nombre, maniatado
entre escuadras de gritos fugitivos-
hacia la sombra donde van las luces,
hacia el silencio donde la voz muere.

Perdonen

Perdonen esta tristeza mía que atenaza el alma.
Perdonen este mirar perdido, este mar en la pupila.
Perdonen mi voz baja, la lividez de mi rostro.
Perdonen por ser uno mas perdonenme por todo

Perdonen mi tristeza, presa de la egolatría
del hombre desbocado, de un mundo gastado.
perdonen mi tristeza que aun sobrevive
al amor, al deseo, a la soledad y el vacío.

Perdonen, al fin y al cabo, que haga gala
de la condición de hombre ahogado en sus cuitas
de la condición de ser humano que transita
por la felicidad de algunos/ustedes en otoño.

los heraldos negros

LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

Primavera en octubre ...

DEL BUEN AMOR

A mi querido Arcipreste.

¿Acaso no entré por tu vagina de tutelares labios
a esta historia de templos y seculares movimientos
arriba abajo y los costados... ? Es la fábula
de cierta promesa la que arrastra mi torpe caballo de madera
hasta tus rojas puertas, la Troya; mi heroico rocín
jamelgo de ridículo penacho, cosquilleando el viejo sentido
del afuera hacia adentro,
sacudiendo ese antiguo miedo fálico a la sabiduría.
Y me dices que lo hago bien. Hubo
una mística panadería en Betsaida para seguidores hambrientos,
merendaron a rabiar, se saciaron a la intemperie
con harinas eficaces y comibles y otros ingredientes sanos;
y sea fue
tu horno carnoso dispuesta a la vulva del milagro
donde mi Cristo de arrebatados panes, a secas calentadas masculinas
cocinó para todas las épocas. Y me pides
que te apriete más. Todo eso
después del primer diluvio menstrual, del primer despojo crudo;
abierto fragor de una era ya perdida, florecida y secreta
en que tu cráter se permitía las erupciones más inseguras
y más violentas. Y me pides
que te bese superiores inferiores labios buceando corales. Que
sea bueno. De mucho o de poco ha servido
el maloqueo de mi lanza para herir, vencer el cerco estrecho,
el orificio oracular de tu alzado vientre; pese
al estaqueo y las piernas abiertas también el infiel obstinado
ablanda sus armas. Y me pides que siga, que sea tierno.
Has compartido
el lecho con todo el zodíaco, Oriente hemisferio Occidente
en tu pecho y magos y apóstoles o infelices animales de corazonada.
Clavo erecto, seguramente a todos concediste
esa tumba templada donde descansarían durante tres días;
todos en el hueco suspensivo en que la vida y la muerte
son una promesa gemela.
Y me pides a los gritos que apure mis entradas salidas sufra goce
llore ría contigo apure por favor y amor de Dios y acabe y termine
con tanta historia...
Me pides
más o menos dolor como si me fueras a parir.


Poema de Daniel Muxica

La ventana

Cuánta tristeza en una hoja del otoño,
dudosa siempre en último extremo si presentarse como cuchillo.
Cuánta vacilación en el color de los ojos
antes de quedar frío como una gota amarilla.
Tu tristeza, minutos antes de morirte,
sólo comparable con la lentitud de una rosa cuando acaba,
esa sed con espinas que suplica a lo que no puede,
gesto de un cuello, dulce carne que tiembla.
Eras hermosa como la dificultad de respirar en un cuarto cerrado.
Transparente como la repugnancia a un sol ubérrimo,
tibia como ese suelo donde nadie ha pisado,
lenta como el cansancio que rinde al aire quieto.
Tu mano, bajo la cual se veían las cosas,
cristal finísimo que no acarició nunca otra mano,
flor o vidrio que, nunca deshojado,
era verde al reflejo de una luna de hierro.
Tu carne, en que la sangre detenida apenas consentía
una triste burbuja rompiendo entre los dientes,
como la débil palabra que casi ya es redonda
detenida en la lengua dulcemente de noche.
Tu sangre, en que ese limo donde no entra la luz
es como el beso falso de unos polvos o un talco,
un rostro en que destella tenuemente la muerte,
beso dulce que da una cera enfriada.
Oh tú, amoroso poniente que te despides como dos brazos largos
cuando por una ventana ahora abierta a ese frío
una fresca mariposa penetra,
alas, nombre o dolor, pena contra la vida
que se marcha volando con el último rayo.
Oh tú, calor, rubí o ardiente pluma,
pájaros encendidos que son nuncio de la noche,
plumaje con forma de corazón colorado
que en lo negro se extiende como dos alas grandes.
Barcos lejanos, silbo amoroso, velas que no suenan,
silencio como mano que acaricia lo quieto,
beso inmenso del mundo como una boca sola,
como dos bocas fijas que nunca se separan.
¡Oh verdad, oh morir una noche de otoño,
cuerpo largo que viaja hacia la luz del fondo,
agua dulce que sostienes un cuerpo concedido,
verde o frío palor que vistes un desnudo!


Vicente Alexandre

Heridas

Hay heridas que no
logran cerrar,
heridas que el tiempo
agranda,
como una grieta
en los muros de la casa.

Por esa grieta voy
con mi hermana
de la mano,
las dos ya de mayores.

Es de noche
y caminamos.
Habitantes
de un tiempo
que no llego a ser
entre
nosotras,
respiramos el aire atrapado
en ese instante.

Como el
pez que de ninas
llevamos brillando
en una bolsa y despues
ya
estaba muerto.

Hay heridas
que nada mas cierran
en falso,
rios
caudalosos que
en silencio fluyen
bajo la tierra
y, a veces, nos
desbordan la vida,
a borbotones.

Poema de Berta Piñán

Recursos Blog & Web

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"He aquí que el silencio fue integrado
por el total de la palabra humana,
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios,
los ojos de repente son palabras...

...Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera sólo forma humana,
me embelesan sus líneas
y navego en cada resonancia del idioma..."

Pablo Neruda
(Chile, 1904 -1973)

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