Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz—cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.
Angel Gonzalez de nuevo, Este es un poema con el que me he sentido demasiado tiempo identificado. Ojala algún día hayáis sentido tantas cosas hermosas, ojala hayáis sabido romper las cadenas para seguir viviendo.
4 comentarios:
1
A mi me cuesta romperlas.
Besos
Besos no Susana
Yo no tengo nada que decir...
jajajajaj
solo que vaya vaya
Publicar un comentario
Tus palabras son bien recibidas, ¡gracias!