Morí por la Belleza, pero apenas
acomodada en la Tumba,
Uno que murió por la Verdad yacía
En un cuarto contiguo-
Me preguntó en voz baja por qué morí.
-Por la Belleza -repliqué-
-Y yo -por la Verdad- Las dos son una-
Somos Hermanos -dijo-
Y así, como Parientes, reunidos una Noche-
Hablamos de un cuarto a otro-
hasta que el Musgo alcanzó nuestros labios-
y cubrió -nuestros nombres-
Emily Dickinson
3 comentarios:
si, lo publico y me releo, porque me encanta esta poesia.
cuanta belleza en un poema!...me alegro que las aguas me trajesen a tu puerto..tienes un rincón hermoso, felicidades por él navegante!.
Gracias por tu visita y el comentarios. Bienvenida y esperamos tu vuelta.
besos
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