Durante siete años no pude dar un paso.
Cuando fuí al médico me preguntó:
¿Por qué llevas muletas?
Porque estoy tullido, respondí.
No es extraño, me dijo.
Prueba a caminar. Son esos trastos
los que te impiden andar.
¡Anda, atrévete, arrástrate a cuatro patas!
Riendo como un mostruo,
me quitó mis hermosas muletas,
las rompió sobre mi espalda sin dejar de reír,
y las arrojó al fuego.
Ahora estoy curado. Ando.
Me curó una carcajada.
Tan sólo a veces, cuando veo palos,
camino algo peor por unas horas.
Me gusta mucho mucho, la tomo para mi, ¿puedo?
ResponderEliminarBesinos Ana
Siiiiiiiiii todo tuyo.
ResponderEliminarA mi me "lo regaló" reporteradeinteriores de su blog ... mira este enlace sobre el dolor ya verás que palabras TAN chulas tiene (creo que te va a encantar)
http://desdetierrasminusculas.blogspot.com/2009_01_01_archive.html
PLU
ResponderEliminarpulsa aquí para entrar
Ana, graciassssss, me lo he leido,bufffff, magistral!!!
ResponderEliminarMe voy a ir leyendo despacito el blog y me apunto el enlace.
Un abrazote