Pages

viernes, 25 de diciembre de 2009

Nunca lo sabemos ...

Esta mañana hay nieve por todos lados.
Reparamos en ello.
Me dices que no has dormido bien.
Te digo que yo tampoco.
Pasaste una noche horrible.
"También yo".

Somos extremadamente cuidadosos y tiernos,
como si percibiéramos el desarreglo mental del otro.

Como si supiéramos lo que está sintiendo el otro.
No lo sabemos, claro. Nunca lo sabemos.
No importa.

Es esta ternura lo que me importa.
Es el regalo que me sostiene y me hace avanzar.
El mismo de cada mañana".



Poema de Raymond Carver del libro "Todos nosotros"

jueves, 17 de diciembre de 2009

Israel Zangwill


(Londres, 1864 - Midhurst, 1926) Novelista y dramaturgo inglés. Estudió en Plymouth, en Bristol y en la escuela judía del East End londinense, donde trabajó luego en calidad de profesor. Pronto abandonó la enseñanza en favor del periodismo, que posiblemente respondía mejor a la vocación que hizo de él uno de los más fervorosos defensores del humanitarismo democrático, algo utópico, de los primeros años de nuestro siglo.

No solamente por los estrechos vínculos de sus orígenes, sino también porque "el pueblo del Crucificado" le pareció siempre "el crucificado entre los pueblos" desarrolló un verdadero apostolado en beneficio de sus correligionarios, y dedicó grandes esfuerzos a la solución del problema principal con que se enfrentaban los judíos de su época: la búsqueda de una patria.
Se adhirió, al principio, a la solución sionista, y fue delegado en los siete congresos del movimiento. Sin embargo, llegado a repetidas divergencias con la política oficial del sionismo, después del sexto congreso fundó con otros la J. T. O. ("Jewis Territorial Organization"), a la que consagró sus mejores energías; el resultado práctico, empero, no correspondió a las esperanzas.
Además de pensador y apóstol, Zangwill fue también, y quizá por encima de todo, un artista. Indudablemente, algunas de sus obras, en particular los dramas, como The Melting Pot (1908), y varios textos de los años posteriores, como The War of the World (1916) y The Voice of Jerusalem (1920), son, más que nada, escritos de propaganda y de afirmación. Existe, sin embargo, una abundante producción de nuestro autor ajena a cualquier intención extraliteraria y sometida únicamente a la suprema ley de la poesía, aunque en ningún caso deja netamente su carácter hebraico. No se equivocan quienes le consideran creador, en lengua inglesa, de la literatura judía moderna.
El autor ve la expresión más auténtica del hebraísmo en el ghetto, custodio de la tradición ortodoxa. En textos como Los hijos del ghetto (1892), Ghetto Tragedies (1893 y 1899), The King of Schnorrers (1894), y Ghetto Comedies (1907) revive en si los aspectos trágicos y cómicos de los barrios judíos, o, mejor, los tragicómicos, caracterizados por el humor corrosivo de la raza. No estaría en lo cierto, sin embargo, quien redujera a Zangwill a la condición de pintor -siquiera muy logrado- del ghetto. Sus héroes, en realidad, parecen interesarle mucho más cuando salen de su ambiente racial y se aproximan a las culturas occidentales.

En ello tuvo su origen la obra Dreamers of the Ghetto (1898), donde precisamente se debaten las divergencias entre ghetto y cultura. Los quince héroes pretenden conciliar el Dios de los padres con las soluciones dadas por las distintas civilizaciones al problema de la divinidad. Sus sueños, no obstante, no se realizan: los quince son y se sienten fracasados; el último de ellos, en quien se resumen todos, no logra sobrevivir a la desilusión. Esa tortura real la sufrió el mismo Zangwill, que fue también, hasta cierto punto, un soñador del ghetto. Pero el autor estaba mejor armado que sus héroes contra todos los desengaños. Precisamente por su tendencia a la utopía halló consuelo al fracaso de sus ilusiones al considerar a éstas en sí mismas.

Posiblemente ninguno de los personajes de Zangwill nos ayuda tanto a comprenderle como el hijo del ghetto -el anciano Hyams - que, cuando, ya solo en el mundo, consigue ver el Jordán por tanto tiempo soñado, descubre que la Jerusalén caótica donde las sinagogas se perdían entre minaretes y cúpulas es la franca antítesis de la de sus sueños, y, sin embargo, no se da por vencido, y cada viernes, sin preocuparse de las burlas de quienes le contemplan, toca las piedras del Muro de las Lamentaciones.

Biografías y vidas

Biografias y/o efemérides

Aunque en muchos de los post ya se fue incorporando enlaces a wikipedia o referencias de los autores, voy a ir incluyendo (si les parece bien a mis compañeros) pequeñas biografias de autores, sus vidas, obras y seguramente alguna fotografía (aunque no sea esto último usual en este blog)
Sé que muchos de los post ya llevan enlaces a wikipedia, referencias...pero me parece que puede ser enriquecedor conocer un poco mas sin tener que desplazarse a traves de un enlace.

Siempre me gustó saber de las vidas de artistas, cientificos, políticos...etc, incluso suelo observar la vida de quienes me rodean, el por qué y como alquien llega ser o dejar de ser, los pasos y circunstancias para el resultado de una vida.

Saludos y ya me direis que os parece la idea.

La Vida Ausente

La vida estaba en otra parte,
de esa forma en que ciertas mujeres no están para nosotros,
de esa idéntica forma en que nos negamos a estar
para ciertas mujeres.

La vida en ocasiones dejaba adivinarse,
acertaba a sugerirse en su esplendor,
nos concedía un poco de esa vida que todos merecemos,
donde los días bastan a nuestra ambición
y somos casi justos, animosos,
incapaces del llanto o la derrota,
donde tanto gustamos de la vida que la vida nos da
que creemos colmado el breve afán de gloria
a que todos, sin duda, tenemos derecho.
Eso dejaba adivinar la vida en ocasiones,
pero es tan rara la verdadera vida, y tan efímera,
que su misma importancia nada importa,
pues nos deja sabor de incumplimiento,
nos fuerza a desear la vida verdadera.

Quizá nunca entendimos el libro de la vida,
o, entendiéndolo, nos negamos a admitir su desenlace:
que el ocultamiento y la indisposición sean su esencia.
un enigmático no acudir a las citas.
un íntimo estar siempre en otra parte.
Porque la vida estuvo siempre en otra parte.

martes, 15 de diciembre de 2009

La rueda de los azares

De un día para otro, todo cambia.
Si ayer amanecías deslumbrado
y tus ideas parecían claras,
hoy mismo, en el espejo del lavabo,
has visto al perdedor de las facciones neutras
inflado de bostezos
y con el encefalograma plano.

La brisa que hoy alivia tu paseo
mañana es un ciclón que te estremece.
En una vuelta, igual que cambia el tiempo,
quien tuvo no retiene,
el más sincero miente
y el sueño del amor se desvanece
de puro aburrimiento.
En una vuelta orgánica del cosmos,
se pierden privilegios, se asustan los valientes.

Por un latido a tiempo, la risa más forzada
se aparece lozana y sugestiva.
y entonces quién no sale a la calle feliz,
quién no disfruta haciendo su trabajo,
quién no ofrece favores a un amigo,
quién no se ilusiona.
Pero, a decir verdad, de todos ellos
tampoco nadie espera
sacar de esos destellos que a veces les alientan
alguna cosa clara.

Pues ni el más tonto ignora que la vida
no tiene, en general, ni sombra de sentido
y que el azar, que es dadivoso pero incoherente,
no reparte papeles; sólo momentos, escenas,
situaciones confusas,
estados del humor y la conciencia.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Besa, Beso.

Sólo eres tú, continua,
graciosa, quien se entrega,
quien hoy me llama. Toma,
toma el calor, la dicha,
la cerrazón de bocas
selladas. Dulcemente
vivimos. Muere, ríndete.
Sólo los besos reinan:
sol tibio y amarillo,
riente, delicado,
que aquí muere, en las bocas
felices, entre nubes
rompientes, entre azules
dichosos, donde brillan
los besos, las delicias
de la tarde, la cima
de este poniente loco,
quietísimo, que vibra
y muere. –Muere, sorbe
la vida. –Besa. –Beso.
¡Oh mundo así dorado!


Vicente Aleixandre fallece en Madrid un día como hoy, 14 de diciembre, en 1984.

sábado, 12 de diciembre de 2009

El extraño que vino

No sé cómo aprendimos a querernos,
qué hubo en vosotros de mí, qué nos dimos.
Corre la vida y estáis al pie de otros edificios,
zarandeados, llevados, retenidos en la trama.
Pero decidme si habéis elegido,
si queríais estar donde estáis
y en qué modo se ovilla y desovilla
el hilo que nos guía y que nos ata.

No sé por qué no compartimos las mismas habitaciones
ni comemos en los mismos restaurantes.
Por qué os reproducís.
De qué sirven los destellos que se apagan,
las lunas negras, los días sin huella.

Padres que fueron hijos, hijos que se hacen padres
y niñas que se quedan de pronto embarazadas.
Entenderlo, verlo todo de fuera.
Pero también entrar,
acercarse a las chimeneas de vuestros salones
como el extraño que vino de lejos
y os cuenta cuentos, os gasta bromas,
os dice versos, baila con vosotros,
enseña a jugar a vuestros hijos.

De este modo fuisteis construyendo
la historia que jamás fue nuestra historia.
Y la misma cadena que une vuestros destinos,
a nosotros nos libera:
para contaros cómo fue vuestro tiempo,
qué costumbres teníais, cómo intentabais amaros,
qué aficiones os ocuparon,
qué dudas os asaltaban,
qué palabras os confortaron,
qué silencios os preocupaban.
La historia de vuestra historia
para alumbrar vuestras sombras y arrancar vuestras mentiras.
Cómo fue vuestro tiempo de soledad en compañía
pues de vivirlo tanto, jamás lo comprendisteis.

viernes, 11 de diciembre de 2009

ERÓTICA

Tu placer es lento y duro
viene de lejos
retumba en las entrañas
como las sordas
sacudidas de un volcán
dormido hace siglos bajo tierra
y sonámbulo todavía.

Como las lentas evoluciones de una esfera
en perpetuo e imperceptible movimiento
ruge al despertar
despide espuma
arranca a los animales de sus cuevas
arrastra un lodo antiguo
y sacude las raíces.

Tu placer
lentamente asciende
y hay plumas de pájaros rotos en tu pelo
y muge la garganta de un terrón
extraído del fondo
como una piedra.

Tu placer, animal escaso.

Poema de Cristina Peri Rossi

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Razon de Amor

No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.

Mi amor es la fábula y la trama,
el relato interior que sigue a cada encuentro,
la glosa que acompaña los adioses,
el minucioso examen de las frases
y el eco que tu voz le pone a mi silencio.

Mi amor es ser feliz y no engañarme
anticipando el daño del negro desengaño,
cuando el sexo se esfume en el recuerdo
remoto y resentido de un orgasmo.
El consentir la calma en las mareas
y atesorar las horas y los días
de la fiesta de luz que celebramos,
del banquete voraz de los sentidos.

Y abolir la frontera de los cuerpos,
detenernos, subiendo la escalera,
a besarnos en todos los peldaños.



Hace ya unos meses que se fue Leopoldo Alas, a los 46 años. Personalmente siento su poesia como de la mas intima, mas dulce, mas calida, que mas se acerca a una parte de mi.