de una mirada...
Lo trémulo, lo trivial, lo triste
de una sonrisa...
Como un gesto sin razón,
un gesto y...un nombre...
Y sólo con cierta perplejidad,
que no llega al asombro
me quedé esperando,
con imágenes color pastel
y la música de un vals...
Y como todas las cosas
en camino a alguna parte,
sin preguntar el ¡porqué!;
sabiendo eso sí, que a veces el reflejo
equivoca el color...
Al final todo quedó, como espejo astillado
en el suelo de los días.
Me ha encantado niña.
ResponderEliminarMelancolía en estado puro.
Lo he releído varias veces, me encanta.
Besos.