En la esquina del adiós encontraremos respuestas
en la esquina del adiós.
Hablara la ráfaga de aire que nos espera siempre
en la esquina del adiós.
tendré sol y luna, luces y sombras cuando hagamos mutis
en la esquina de amor
Y esperando el paso del tiempo miro de frente lo que viene y va
en la esquina del adiós.
En la esquina del adios ...
ResponderEliminarSe acabarán las preguntas,
dejaremos de encontrar respuestas,
sentiremos frío,
sólo habrá sombra.
El paso del tiempo, tal vez, nos aleje de esa esquina.
Hola niño, te dejo uno sobre el adios ...
ResponderEliminarDel adiós (Sabines)
No se dice.
Acude a nuestros ojos,
a nuestras manos, tiembla, se resiste.
Dices que esperas -te esperas- desde entonces,
y sabes que el adiós es inútil y triste
Hablando de adios ... hablando de Montero ...
ResponderEliminarNunca sé despedirme de ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.
Nunca se despedirme de ti, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.
Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.
Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.