Si te dijera
que la calle que tengo enfrente
parece vieja conocida
que por sus aceras caminé
en algún momento
Si te dijera
que extraño también mis espacios
donde puedo llorar
sin ser visto
Si te dijera
que el campo con sus flores amarillas
me recuerdan un cuadro de Van Gogh
Si te dijera
que hubiese mojado mis labios
en ese arroyo oscuro
que se forma entre tus piernas
Que el perfume de los árboles
y el canto lejano de los pájaros
ambientaron tu amor y el mío
Si te dijera
que no sé qué hacer con mi vida
que en este instante
necesito tu presencia, tu mirada
pues tus ojos siempre fueron discretos espectadores
Si te dijera
que una Iglesia alta, muy alta
me está mirando
y que me gusta su fachada
es sobria y gris como son mis días
Si te dijera
que te amo
lo escuchaste ¡tantas veces!
que perdió fuerza
Si te dijera
que sin saber
a pesar del arroyo
de mis espacios
y tú presencia
Espero el abrazo
de tu cuerpo cálido
las palabras que no son dichas
y el paseo de tus dedos por mi piel
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