Como una pesadilla he atravesado el túnel.
Ya estoy a la salida. Ha sonado el silbato.
¿Han venido a buscarme? Se acercan
los heraldos de la muerte, les veo venir
muy dentro... Ya sólo tienen una misión:
Purificar las heridas que atraviesan mi cuerpo y
disponer el día del lento sacrificio.
De todo lo que fui, sólo queda una sombra,
un herido fantasma, confuso y desarmado
que se dispone a abandonar desolado la escena.
En la última batalla con lo oscuro,
los daños colaterales resultaron mortales.
Jose Infante Martos
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