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viernes, 10 de septiembre de 2010

La rutina matapoesía ...

Los teléfonos debieran ser parte
de la poesía
-la poesía está llena de recuerdos-
Hoy, una llamada solitaria
hizo rodar de nuevo el pasado a mi falda.

Se murieron tres años
casi cuatro.

Un bigote se movió sobre unos labios
murmurando
cosas triviales, de todos los días
que cómo están los niños,
si al fin me voy a Francia
que la perra tiene
tres cachorros
que cómo creció Carlos.

Y el teléfono de ayer me dijo:
Cuánto te quiero.
Cuánto te extraño.

Poema de Ana María Rodas

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