Me dices:
“La noche está hecha
de árboles grises.
No te vayas.”
Me acurruco un pensamiento
detrás de la cara.
Me dices:
“La oscuridad es una sonrisa amarga.
No te vayas.”
Soplo un silencio
que se levanta
y le va a contar secretos
a la nada.
Dices:
“Si te quedas
bordaré sobre tus ojos
una luna permanente
para tus noches.”
Dices:
“Si te quedas
seré el dolor
que siempre has soñado.”
Yo tomo un último beso
y sigo la poca luz
que abre la puerta
y la distancia.
De nuevo, gracias por publicar mi poesía. Saludos.
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