Los habitantes de la casa habían vivido momentos felices, sabedores de la compañía enriquecedora y satisfactoria. Por eso, cuando la coherencia vuelve esporádicamente a sus vidas, saben apreciarla.
Pero no se habla ahora de las compañías convenientes, sino de las inconvenientes, que no suelen en su llegada descubrirse como tales, sino que se declaran por sorpresa, como una revelación, como un grito de fuera que llegase. Luego se manifiestan los misterios y muchas verdades, o todas, aunque la razón reafirme la intuición repentina.
JORGE URRUTIA (España, 1945)
Tomado de "El mar o la impostura"
Tomado de "El mar o la impostura"
Brutal niña.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Reflexión dura.
Soledades acompañadas, compañías inconvenientes, compañías convenientes ... en el fondo ... la necesidad de ser coherente con uno mismo aunque el miedo a la soledad o a la compañía nos coma por dentro.
Besos pensativos.