Entra la luz y asciendo torpemente
de los sueños al sueño compartido
y las cosas recobran su debido
y esperado lugar y en el presente
converge abrumador y vasto el vago
ayer: las seculares migraciones
del pájaro y del hombre, las legiones
que el hierro destrozó, Roma y Cartago.
Vuelve también la cotidiana historia:
mi voz, mi rostro, mi temor, mi suerte.
¡Ah, si aquel otro despertar, la muerte,
me deparara un tiempo sin memoria
de mi nombre y de todo lo que he sido!
¡Ah, si en esa mañana hubiera olvido!
Jorge Luis Borges
Bueno es soñar, despertar es mejor...
ResponderEliminarsi uno se despierta por la mañana.
Si a medianoche se despierta uno,
mejor que sueñe con el amanecer.
Más grato es el petirrojo soñado
cuyo trinar ningún árbol alegró
que encarar un sólido amanecer
cuya luz no alumbre día alguno.
Emily Dickinson