Así que cuando sufras -y lo harás por
alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.
El Amigo/maestro Felipe Benitez Reyes, me ha acompañado este verano con alguno de sus poemarios. En el descubrimos a alguien que maneja el idioma con la soltura del catedratico de vieja escuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus palabras son bien recibidas, ¡gracias!