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lunes, 5 de mayo de 2008

Málaga otra vez.

El viento acaricia mi rostro
como una mano maternal.
Me trae recuerdos de la infancia
mi mar amigo,
siempre desde aquí,
desde este rincón del mundo,
contemplo la bahía
en la que se agolpan mis recuerdos.
Esas tardes de risas y juegos
y la palpitación de los besos
y un dolor de despedida
y un olor a sexo.
El mar despliega mi vida en presente:
la risa de mis hijas,
la mirada incierta de mi amor…
su miedo a que me vaya
justo en frente de mis ojos ciegos.
La rendija que filtra una esperanza,
sentir que aún me amas,
entre esta arena desgastada,
plagada de un efímero devenir eterno.
Es mi vida entre los dedos
que destilan viejos relojes,
aquellos que marcaron mis labios
cuando todavía era niña y
soñaba con ser quien soy:
un corazón desierto frente a un mar inmenso.
Y es Málaga al desnudo,
el paraíso tantas veces ansiado
que me traía desde el norte
los cálidos vientos del sur
y los diamantes tiernos
de un reluciente sol generoso.
Nada es posible lejos de ti
adorada ciudad de mis desvelos.

Esther Jimenez Lopez
Nacio en Antequera (Málaga) hace 36 años. Licenciada en Filología Hispánica y después de pasar por varios pueblos de la Andalucía profunda se ha quedado en Benamejí. Escribe tanto poesía como relatos y ahora ha emprendido el gran reto de su vida : terminar su novela “Los pasos del recuerdo” y publicar su último poemario “Pronombres”.

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