Dormida sobre el tigre,
su leve trenza yace.
Mirad su bulto. Alienta
sobre la piel hermosa,
tranquila, soberana.
¿Quién puede osar, quién sólo
sus labios hoy pondría
sobre la luz dichosa
que, humana apenas, sueña?
Miradla allí. ¡Cuán sola!
¡Cuán intacta! ¿Tangible?
Casi divina, leve
el seno se alza, cesa,
se yergue, abate; gime
como el amor. Y un tigre
soberbio la sostiene
como la mar hircana,
donde flotase extensa,
feliz, nunca ofrecida.
¡Ah, mortales! No, nunca;
desnuda, nunca vuestra.
Sobre la piel hoy ígnea
miradla, exenta: es diosa.
Para Susana, que desde su situacion intangible mantiene el estatus de Diosa Para un Ateo.
gracias por nombrarme diosa, tu si que eres un ser ecepcional.
ResponderEliminarGenial siempre tus poesias, las que me dedicas, tuyas o de otro autor.
Besos
Sabes que tienes mucho de diosa, sobre todo porque despues de tanto tiempo intuyendonos que no conociendonos creer en ti ya es una cuestion de fe.
ResponderEliminar(es broma) gracias por tan lindas spalabras.