No hay tarde en esta primavera
que no espere el imán de tu voz
para engancharme de modo precoz
al paso que me marcan tus caderas
Tenue Vaivén de olas sugerentes
Tela fugaz, canal de mi deseo.
mis manos dan a mis ojos recreo;
tu cuerpo da a mis dedos relente.
Arreboladas mejillas, vidriosa
de deseo tus lasciva mirada.
Tu piel y mi boca nunca ociosa.
¡Gimes! y me erizas piel y alma
cierras tus ojos y callas, cansada;
Espero tu vuelta ¡No quiero Calma!
Esta si que va dedicada a uno de mis comentaristas favoritas. Un beso Ana.
Glups!!!
ResponderEliminarEspero que haya más Anas "comentaristas" ...
Objetivamente .. bello soneto ... precioso, intenso y erizante poema.
Subjetivamente ... ¿No es a mí verdad? ... jajajaja... me dejas preocupada eh? jajajajajajajaja... espero que no esperes eso de miiiiii :D ... mira que no vuelvo ... mira que cambio la "afoto" ...
Besos niño.
Con esa mirada que tienes .... jamia como no postrarme ante ti, jajajaja.
ResponderEliminarCasi casi estoy por aplicarme el cuento y hacer como decia Lorca
" Y que yo me la lleve al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua me
sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la lleve del río.
Con el aire se batían las
espadas de los lirios.
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
La regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río."
Que no tengo dinero para costureros y ademas estas muy lejos y no conozco tus rios
Jajajajajajajajaja.
ResponderEliminarEstas locoooooooooo.