Quizás un día las princesas miren a los ogros
Con el generoso respeto de los que se ven iguales.
Quizás un día los cuentos que me cuentas
sean solo eso, cuentos,
Y podamos romper,
sin temor a maldiciones, espejos mágicos
Que reclaman tu poder Y el final de mis días.
Quizás ese día los besos serán contratos
Que estremezcan los
sueños silentes,
El abrazo una promesa para el día siguiente,
Amar algo más que una señal de fuego fatuo