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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cortazar en su centenario, mas poesia


HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

martes, 30 de diciembre de 2014

Ausencia (Miguel Hernandez)


Ausencia en todo veo:
tus ojos la reflejan.

Ausencia en todo escucho:
tu voz a tiempo suena.

Ausencia en todo aspiro:
tu aliento huele a hierba.

Ausencia en todo toco:
tu cuerpo se despuebla.

Ausencia en todo pruebo:
tu boca me destierra.

Ausencia en todo siento:
ausencia, ausencia, ausencia.

HORROR VACUI (Diana Garcia Bujarrabal) Me recordó tu sed.

HORROR VACUI

Y si esa sed inmensa se saciase de pronto,
si finísima arena de desiertos terribles
me inundase, silente y despaciosa,
colmando grano a grano mi garganta y mi lengua
en balbuceos azarosos,
y si todos mis ojos en el momento justo
comenzasen un día a llorar en seco
y me arañasen
con heridas supurantes de tierra,
sólo de tierra,
si yo me ahogase tanto y tan profundamente,
¿qué sentido entonces en seguir silabeando,
azuzando el espíritu al encuentro precioso
de una sílaba mágica?
¿Por qué no sumergirse
a sortear en las dunas el viento caprichoso de los días?
¿Por qué no morir?
¿Por qué? Si todo se ha colmado…
Habrá que voltear el maleficio de los relojes,
escupir pequeños y certeros perdigones de barro
que mantengan vigilante el ansia,
sacudirse del polvo atenazador
de los días iguales,
y vivir, vivir bebiéndose cada instante
con la ávida premura de saber que nunca,
nunca será suficiente.

lunes, 8 de diciembre de 2014

EL DAÑO (Fernando Valverde)

Lo supimos después,
sin tiempo para nada.

Porque tal vez la vida nos dio todo al principio
y seguimos buscando
un camino que lleve a ese lugar,
un puñado de polvo
que guarde el equilibrio suficiente
para no convertirse
en aire o en montaña.

Porque tal vez la vida no nos perteneció
y se fue consumiendo
como todas las cosas que hemos creído nuestras
y son parte del daño
que dibuja las líneas de la historia
derribando ciudades con sus muros.

Y de haberlo sabido
habríamos juntado nuestras manos
o mirado a otra parte.

Y de haberlo sabido,
habríamos mordido nuestros labios
sangrando en el amor
para dejar visibles las heridas,
o habríamos rezado,
o renunciado a todo para quedarnos quietos
y no cruzar los días que agonizan.

Es todo tan inmenso que no cabe en el llanto
y el dolor nos observa desde fuera.

Lo supimos después,
no hay nostalgia más grande que aquella del futuro.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Y DESPUES DE LA RABIA (Marçal Font)

Y después de la rabia.
Una lágrima rozando la caída,
recuerdo de la sumisión del hielo al calor.
La pesada digestión del orgullo.
La frustración de aquel nunca más.
Después de la rabia.
La gravedad del alma.
La espesura en los pasos.
la mirada rencorosa de la serenidad.
La capacidad de reacción,
de rectificar como aquellos
los sabios.
Después de la rabia.
Sólo cabe seguir amando.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Tengo una Mujer (Carlos Salem)

"Tengo una mujer sin edad
más joven que el diario de mañana,
y que solo me publica las noticias 
que no quiero olvidar.

Tengo una mujer sin años,
que conoce el misterio de la sangre,
y sabe que latir
es mucho más que un verbo involuntario.

Tengo una mujer sin código de barras
a la que nunca le encontrarás el precio,
que descifra mis temores más secretos
y los borra como si no importara.

Tengo una mujer sin patria
porque su espalda es un país
su boca un paisaje al que volver
y su pubis una isla hospitalaria.

Tengo una mujer sin cumpleaños,
porque lo suyo es cumplir risas,
cumplir vinos, cumplir versos,
y felizmente, cumplir orgasmos.

Tengo una mujer que es una vieja y una niña,
una cómplice para todo lo que vale,
una amante que ama como nadie,
una socia en la cama y en la calle.

Tengo esa mujer sin nombre
(no se puede bautizar a una pantera)
con ella vale el salto y la caida,
la distancia que vaticina los retornos,
el gozo
de acariciar la ingle de una estrella.

Y esta absurda certeza de que vamos,
casi sin darnos cuenta,
por el mismo camino,
sin más contratos que llevar tatuada
la identidad del otro,
donde solo pueden verla
los ciegos,
los locos
y nosotros."